sábado, 24 de marzo de 2007

San Toribio de Mogrovejo

San Toribio de Mogrovejo


Obispo (1538-1606)
Toribio, arzobispo de Lima, es uno de los eminentes prelados de la hora de la evangelización. El concilio plenario americano del 1900 lo llamó: "la lumbrera mayor de todo el episcopado americano". Era la hora de llevar la fe cristiana al imperio inca peruano lo mismo que en México se cristianizaba a los aztecas.


Nació en Mayorga (Valladolid), el 16 de noviembre de 1538. No se formó en seminarios, ni en colegios exclusivamente eclesiásticos, como era frecuente entonces; Toribio se dedicó de modo particular a los estudios de Derecho, especialmente del Canónico, siendo licenciado en cánones por Santiago de Compostela y continuó luego sus estudios de doctorado en la universidad de Salamanca. También residió y enseñó dos años en Coimbra.


En Diciembre de 1573 fue nombrado por Felipe II para el delicado cargo de presidente de la Inquisición en Granada, y allí continuó hasta 1579; pero ya en agosto de 1578 fue presentado a la sede de Lima y nombrado para ese arzobispado por Gregorio XIII el 16 de marzo de 1579, siendo todavía un brillante jurista, un laico, o sólo clérigo de tonsura, cosa tampoco infrecuente en aquella época.


Recibió las órdenes menores y mayores en Granada; la consagración episcopal fue en Sevilla, en agosto de 1579.


Llegó al Perú en el 1581, en mayo. Se distinguió por su celo pastoral con españoles e indios, dando ejemplo de pastor santo y sacrificado, atento al cumplimiento de todos sus deberes. La tarea no era fácil. Se encontraba con una diócesis tan grande como un reino de Europa, con una población nativa india indócil y con unos españoles muy habituados a vivir según sus caprichos y conveniencias.


Celebró tres concilios provinciales limenses _el III (1583), el IV (1591) y el V (1601)_; sobresalió por su importancia el III limense, que señaló pautas para el mexicano de 1585 y que en algunas cosas siguió vigente hasta el año 1900.


Aprendió el quechua, la lengua nativa, para poder entenderse con los indios. Se mostró como un perfecto organizador de la diócesis. Reunió trece sínodos diocesanos. Ayudó a su clero dando normas precisas para que no se convirtieran en servidores comisionados de los civiles. Visitó tres veces todo su territorio, confirmando a sus fieles y consolidando la vida cristiana en todas partes. Alguna de sus visitas a la diócesis duró siete años.


Prestó muy pacientemente atención especial a la formación de los ya bautizados que vivían como paganos. Llevado de su celo pastoral, publicó el Catecismo en quechua y en castellano; fundó colegios en los que compartían enseñanzas los hijos de los caciques y los de los españoles; levantó hospitales y escuelas de música para facilitar el aprendizaje de la doctrina cristiana, cantando.


No se vio libre de los inevitables roces con las autoridades en puntos de aplicación del Patronato Real en lo eclesiástico; es verdad que siempre se comportó con una dignidad y con unas cualidades humanas y cristianas extraordinarias; pero tuvo que poner en su sitio a los encomenderos, proteger los derechos de los indios y defender los privilegios eclesiásticos.


Atendido por uno de sus misioneros, murió en Saña, mientras hacía uno de sus viajes apostólicos, en 1606.
Fue beatificado en 1679 y canonizado en 1726.-

22 marzo 07 San Deogratias

San Deogratias


Confesor († 456)
Con el rey de los vándalos Genserico - hijo ilegítimo de Godegiselo- al frente, los bárbaros pasan Hispania y llegan hasta África. Son arrianos y frecuentemente calificados como gente cruel, dura, inclemente y devastadora.


A ruegos del emperador Valentiniano III permitió Genserico que fuera mandado a aquellos cristianos romanos un obispo; se llamaba Deogracias y recibió la consagración en el año 453. Un hombre probo, limpio, sabio y santo.


Roma era un fruto sumamente apetecido para los bárbaros. Genserico le puso sitio con su ejército y la toma en el año 455. Cada rincón de la Ciudad Santa muestra en los catorce días de saqueo las consecuencias de la invasión bárbara; se ven incendios y hay destrucción por todas partes.


El obispo Deogracias realiza una labor humanitaria de primer orden -que es obra de misericordia- en esta coyuntura de emergencia. Vende los vasos sagrados de oro y plata que están al servicio del altar para rescatar a los cautivos pagando su precio; habilita los templos de san Fausto y san Severo para que sirvan de hospital, asilo y residencia donde se pueda prestar un socorro inmediato a los enfermos y a los más débiles; él mismo no se dispensa de atender personalmente a los que están cerca con el peso de la cruz a sus espaldas dándoles el apoyo y consuelo que necesitan. Reza y hace; es lo que manda la caridad.


En Cartago se palpa lo evidente. Todos miran en Deogracias a un adelantado de los derechos humanos que aún no se habían inventado. Lo hizo tan bien al susurro de la caridad que los envidiosos aún quisieron quitarlo de en medio sin que el buen Dios les diera esa oportunidad porque se lo llevó antes, justo en el año 456.





Oremos


Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de San Deogratias seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
http://evangeliodeldia.org/www/popup-saints.php?language=SP&id=11401&fd=0

jueves 22 Marzo 2007 ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


jueves 22 Marzo 2007


Jueves de la semana IV de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra : San Deogratias,   Santa Lea

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San Afraates : "Si creyerais en Moisés, creeríais también en mí"


Libro del Exodo 32,7-14.

El Señor dijo a Moisés: "Baja en seguida, porque tu pueblo, ese que hiciste salir de Egipto, se ha pervertido. Ellos se han apartado rápidamente del camino que yo les había señalado, y se han fabricado un ternero de metal fundido. Después se postraron delante de él, le ofrecieron sacrificios y exclamaron: "Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto". Luego le siguió diciendo: "Ya veo que este es un pueblo obstinado. Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación". Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? ¿Por qué tendrán que decir los egipcios: "El los sacó con la perversa intención de hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra?". Deja de lado tu indignación y arrepiéntete del mal que quieres infligir a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: "Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia". Y el Señor se arrepintió del mal con que había amenazado a su pueblo.


Salmo 106(105),19-20.21-22.23.

En Horeb se fabricaron un ternero, adoraron una estatua de metal fundido:
así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto.
Olvidaron a Dios, que los había salvado y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.
El Señor amenazó con destruirlos, pero Moisés, su elegido, se mantuvo firme en la brecha para aplacar su enojo destructor.


Evangelio según San Juan 5,31-47.

Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió. Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres. Además, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que sólo viene de Dios? No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Afraates (?-hacia 345), monje y obispo en Nínive, cerca de Mosul, en el actual Irak.
Las Disertaciones, nº 21

"Si creyerais en Moisés, creeríais también en mí"


     Moisés ha sido perseguido, y Jesús también ha sido perseguido. Se le escondió después de su nacimiento para que no lo mataran sus perseguidores; a Jesús se le hizo huir a Egipto después de su nacimiento a fin de que no lo matara Herodes, su perseguidor. Cuando nació Moisés, a los recién nacidos se les ahogaba en el río: cuando nació Jesús, se mató a los niños pequeños de Belén y sus alrededores. Dios dijo a Moisés: "Ya han muerto los que te querían matar" (Ex 4,19), y el ángel dijo a José en Egipto: "Levántate, coge al niño y a su madre, y vuélvete a Israel, porque ya han muerto los atentaban contra la vida del niño" (Mt 2,20). Moisés hizo salir a su pueblo de la servidumbre del Faraón; Jesús salvó a todos los pueblos de la servidumbre de Satán… Cuando Moisés inmoló al cordero, fueron muertos los recién nacidos de los egipcios; Jesús fue el Cordero verdadero cuando lo crucificaron… Moisés hizo bajar el maná para su pueblo; Jesús dio su cuerpo a todos los pueblos. Moisés, por el leño, suavizó las aguas amargas; Jesús, suavizo nuestra amargura siendo crucificado sobre el leño.  Moisés hizo bajar la Ley para el pueblo; Jesús dio los dos Testamentos a los pueblos. Moisés venció a los amalequitas extendiendo sus manos: Jesús venció a Satán con el signo de la cruz.

     Moisés hizo salir de la piedra agua para el pueblo; Jesús envió a Simón Pedro a llevar su enseñanza a todos los pueblos. Moisés se quitaba el velo de su rostro para hablar con Dios; Jesús quitó el velo que estaba sobre el rostro de los pueblos, para que pudieran escuchar y recibir su enseñanza (2C 3,16). Moisés impuso su mano a los ancianos y recibieron el sacerdocio; Jesús impuso la mano a los apóstoles y recibieron el Espíritu Santo. Moisés subió a la montaña y allí murió; Jesús subió a los cielos y se sentó a la derecha de su Padre.

miércoles, 21 de marzo de 2007

San Nicolás

San Nicolás de Flüe


Confesor (1417-1497)
Nació en el 1417, justo el año en que termina el Cisma de Occidente con la elección de Martín V como Papa por el concilio de Constanza. En familia de católicos campesinos, se ocupa de los trabajos del campo, pero es asiduo a la oración y practica el ayuno como cosa habitual cuatro días por semana.


Se casa cuando tiene treinta años con Dorotea Wyss. La unidad familiar dura veinte años, tienen 10 hijos, uno de ellos llega a frecuentar la universidad y el mayor consigue ser presidente de la Confederación. Siendo Nicolás un hombre de paz, tuvo que intervenir en tres guerra, en la de liberación de Nüremberg, en la vieja de Zurich y en la de Turgovia contra Segismundo.


En el año 1467 da comienzo la parte de su vida. Tiene cincuenta años y con el permiso de su esposa y de sus hijos se retira a vivir como eremita en la garganta de Ranft. Vive entregado a la meditación preferentemente de la Pasión del Señor que contempla siguiendo los distintos episodios, como hicieron Juan Ruysbroeck y Enrique Suso. Obtiene un alto y profundo conocimiento de la Santísima Trinidad.


Hace notable penitencia y practica riguroso ayuno. La celda que le han construido los paisanos solo dispone de una ventana para ver los oficios del sacerdote y otra para contemplar la naturaleza de Unterwald. El obispo de Constanza va a bendecir el lugar que se convierte en centro de peregrinación. El contenido será el culto a la Eucaristía y el motivo el hecho milagroso del ayuno absoluto y prolongado de Nicolás.


Se cierra su vida con una enfermedad cargada de dolor y de sufrimiento que lleva con paciencia tan grande como su pobreza. Después de recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, muere el 21 de marzo de 1487.


Los católicos comenzaron en el 1591 el proceso de canonización que no llega a promulgarse hasta el 1947 por el papa Pío XII, el mismo día de la Ascensión.
Han pasado más de 350 años y es que la santidad, antes de ser oficialmente reconocida, está supeditada a las contingencias históricas.-





Oremos


Señor, Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de San Nicolás seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
 

Miércoles de la semana IV de Cuaresma “Llega la hora en que los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios”

EVANGELIO DEL DIA

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


miércoles 21 Marzo 2007


Miércoles de la semana IV de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra : San Nicolás,   Santa Marìa Francisca

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San Agustín : "Llega la hora en que los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios"


Evangelio según San Juan 5,17-30.

El les respondió: "Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo". Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre. Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: "Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados. Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre. No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio. Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Agustín (354-430, obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia
Homilía 97

"Llega la hora en que los muertos escucharán la voz del Hijo de Dios"


     "¡Despierta, tú que duermes; levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará!" (Ef 5,14). Comprende de qué muertos se trata cuando oyes decir: "¡Levántate de entre los muertos!" Incluso de muertos visibles se dice, a menudo, que duermen; y, verdaderamente, todos duermen por aquél que los puede despertar. Para ti, un muerto está bien muerto: por mucho que lo golpees, lo sacudas, no se despierta. Pero para Cristo sólo estaba dormido aquel a quien ordenó: "¡Levántate!" y, al instante, se levantó (Lc 7,14). Es fácil despertar a uno que duerme en su cama; pero más fácilmente aun, Cristo despierta a un muerto enterrado…

     "Señor, ya huele mal porque lleva cuatro días" (Jn 11,39). Pero llega el Señor a quien todo le es fácil. Frente a la voz del Salvador no hay ataduras que no cedan; los poderes infernales tiemblan y Lázaro sale vivo… Por la voluntad vivificante de Cristo, incluso los que ya hace tiempo murieron, no están más que dormidos.

     Pero Lázaro, una vez salido del sepulcro, era todavía incapaz de caminar.  Por eso el Señor ordenó a sus discípulos: "Desatadle y dejadlo marchar". Cristo lo  había resucitado; ellos lo liberaron de sus ataduras. Fijaos en lo que hace el Señor para que alguien vuelva a la vida: habiendo sido esclavo de la costumbre, escucha las exhortaciones de la Palabra divina… Los pecadores, vivamente amonestados, entran dentro de sí mismos, comienzan a repasar su vida y a sentir el peso de las cadenas
de sus malas costumbres. Deciden cambiar su forma de vida: ¡vedlos ya resucitados! Pero, aunque están ya vivos, todavía no pueden caminar; es preciso que sus ataduras sean echadas fuera de ellos; esto es trabajo de los apóstoles: "Lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 18,18).
 
 
 

martes, 20 de marzo de 2007

Martes de la semana IV de Cuaresma “¿Quieres recobrar la salud?”

Martes de la semana IV de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra :
San Daniel,   San Martín

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San Agustín :
"¿Quieres recobrar la salud?"


Evangelio según San Juan 5,1-3.5-16.

Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, paralíticos y lisiados, que esperaban la agitación del agua. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres curarte?". El respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla". El les respondió: "El que me curó me dijo: 'Toma tu camilla y camina'". Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina?'". Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Agustín (354-430, obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia
Homilía 124

"¿Quieres recobrar la salud?"


     Los milagros de Cristo simbolizan las diferentes circunstancias de nuestra salvación eterna…; esta piscina es símbolo del don precioso que nos hace el Verbo del Señor. En pocas palabras: esta agua es símbolo del pueblo judío; los cinco pórticos, son símbolo de la Ley, escrita por Moisés, en cinco libros. Esta agua, pues, estaba rodeada por cinco pórticos, como el pueblo lo estaba por la Ley. El agua que se agitaba y removía, es la Pasión sufrida por el Salvador en medio de este pueblo. El que bajaba hasta el agua era curado, pero solamente uno, siendo así figura de la unidad. Los que no pueden soportar que nadie les hable de la Pasión de Cristo, son unos orgullosos; no quieren descender hasta el agua, y por eso no se curan. Así dice el hombre altanero: "¿Cómo puedo creer que un Dios se ha encarnado, que un Dios ha nacido de una mujer, que un Dios ha sido crucificado, flagelado, cubierto de llagas, que ha muerto y ha sido sepultado? No; jamás podré yo creer en estas humillaciones de un Dios; son indignas de él".

     Dejad hablar a vuestro corazón, mejor que a vuestra cabeza. Si las humillaciones de un Dios parecen indignas a los arrogantes, es porque están muy lejos de sanarse. Guardaos, pues, de este orgullo; si deseáis ser curados, aceptad bajar hasta el agua. Tendríais razón de alarmaros si se os dijera que Cristo ha sufrido algún cambio al encarnarse. Pero no… vuestro Dios permanece igual al que era, no temáis; no muere y os priva a vosotros mismos de morir. Sí, permanece lo que es; nace de una mujer, pero según la carne… Es en  tanto que hombre que ha sido prendido, atado, flagelado, cubierto de ultrajes y al fin crucificado y muerto. ¿Por qué os asustáis? El Verbo del Señor permanece eternamente. Quien rechaza las humillaciones de un Dios, no quiere ser curado de la hinchazón mortal de su orgullo.

     Nuestro Señor Jesucristo, pues, ha devuelto, por su encarnación, la esperanza a nuestra carne. Ha tomado para él los frutos demasiado conocidos y tan comunes a esta tierra, como son el nacimiento y la muerte. Efectivamente, el nacimiento y la muerte son bienes que la tierra poseía en abundancia; pero no eran propios de ésta ni la resurrección ni la vida eterna. Él ha encontrado aquí los malditos frutos de esta ingrata tierra, y nos ha dejado, en intercambio, los bienes de su reino celestial.

lunes, 19 de marzo de 2007

San José, patrón de la Iglesia lunes 19 Marzo 2007

lunes 19 Marzo 2007


Lunes de la semana IV de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra : San Josè,   San José (doc.)

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León XIII: San José, patrón de la Iglesia


Segundo Libro de Samuel 7,4-5.12-14.16.

Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: "Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite? Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. El edificará una casa para mi Nombre, y yo afianzaré para siempre su trono real. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Si comete una falta, lo corregiré con varas y golpes, como lo hacen los hombres. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y su trono será estable para siempre".


Carta de San Pablo a los Romanos 4,13.16-18.22.

En efecto, la promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe. Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común, como dice la Escritura: Te he constituido padre de muchas naciones. Abraham es nuestro padre a los ojos de aquel en quien creyó: el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen. Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado: Así será tu descendencia. Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación.


Evangelio según San Mateo 1,16.18-21.24.

Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Al despertar, José hizo lo que el Angel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa,


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

León XIII, papa de 1878 a 1903
Quanquam pluries

San José, patrón de la Iglesia


     José era el guardián, el administrador y defensor legítimo y natural de la casa divina de la cual era la cabeza. Ejerció su cargo durante todo el tiempo de su vida mortal. Se ocupó de proteger con soberano amor y una solicitud diaria a su Esposa y a su Hijo; con su trabajo ganó con regularidad lo que era necesario a una y a otro para su alimento y vestido; preservó de la muerte al Hijo amenazado por la envidia de un rey…; en las dificultades de los viajes y las penas del exilio, constantemente ha sido el compañero, la ayuda y el sostén de la Virgen y de Jesús.

     Ahora bien, la divina casa que José gobernó con autoridad de padre, contenía las primicias de la Iglesia naciente. La santísima Virgen, de la misma manera que es la madre de Jesucristo, es también la madre de todos los cristianos a quienes ha dado a luz en el Calvario, durante los supremos sufrimientos del Redentor; también Jesucristo es como el primogénito de entre los cristianos, que, por la adopción y la redención, son sus hermanos (Rm 8,29).

     Estas son las razones por las cuales el bienaventurado patriarca José mira a la multitud de los cristianos que componen la Iglesia, y que le son particularmente confiados, como a esta inmensa familia extendida por toda la tierra y sobre la cual, por ser el esposo de María y el padre de Jesucristo, posee una autoridad paternal. Es, pues, muy natural y digno del bienaventurado José que, de la misma manera que en otro tiempo estaba atento a las necesidades de la familia de Nazaret y la rodeaba santamente con su protección, ahora, con su patrocinio, proteja y defienda a la Iglesia de Jesucristo.





sábado, 17 de marzo de 2007

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68

EVANGELIO DEL DIA

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


sábado 17 Marzo 2007


Sabado de la semana III de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra : San Patricio,   San José de Arimatea

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Santa Teresa del Niño Jesús : Por la confianza y el amor


Libro de Oseas 6,1-6.

"Vengan, volvamos al Señor: él nos ha desgarrado, pero nos sanará; ha golpeado, pero vendará nuestras heridas. Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencia. Esforcémonos por conocer al Señor: su aparición es cierta como la aurora. Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra". ¿Qué haré contigo, Efraím? ¿Qué haré contigo, Judá? Porque el amor de ustedes es como nube matinal, como el rocío que pronto se disipa. Por eso los hice pedazos por medio de los profetas, los hice morir con las palabras de mi boca, y mi juicio surgirá como la luz. Porque yo quiero amor y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.


Salmo 51(50),3-21.

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti solo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. Por eso, será justa tu sentencia y tu juicio será irreprochable;
yo soy culpable desde que nací; pecador me concibió mi madre.
Tú amas la sinceridad del corazón y me enseñas la sabiduría en mi interior.
Purifícame con el hisopo y quedaré limpio; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Anúnciame el gozo y la alegría: que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta tu vista de mis pecados y borra todas mis culpas.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga:
yo enseñaré tu camino a los impíos y los pecadores volverán a ti.
¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu justicia!
Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas:
mi sacrificio es un espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado.
Trata bien a Sión, Señor, por tu bondad; reconstruye los muros de Jerusalén,
Entonces aceptarás los sacrificios rituales - las oblaciones y los holocaustos - y se ofrecerán novillos en su altar.


Evangelio según San Lucas 18,9-14.

Y refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, dijo también esta parábola: "Dos hombres subieron al Templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba así: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas'. En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!'. Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se ensalza será humillado y el que se humilla será ensalzado".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctor de la Iglesia
Manuscrito autobiográfico C, 36rº-vº

Por la confianza y el amor


     Esa es mi oración; pido a Jesús que me atraiga a las llamas de su amor, que me una estrechamente con él, que sea él quien actúe y viva en mí. Siento que cuanto más el fuego del amor encenderá mi corazón, tanto más diré: "Atráeme", cuanto más las almas se me acercarán (pobre desecho de hierro inútil si me alejara de la hoguera divina), las almas correrán más rápidamente atraídas por el olor de los perfumes de su Amado…

     Madre querida, quisiera ahora deciros qué es lo que entiendo cuando digo olor de los perfumes del Amado. Puesto que Jesús subió al cielo, no le puedo seguir más que siguiendo las huellas que él ha dejado, pero, ¡qué luminosas son estas huellas, cuan perfumadas están! No tengo que hacer otra cosa que poner mis ojos en el santo Evangelio, enseguida respiro los perfumes de la vida de Jesús y sé por donde debo correr. No es en el primer lugar, sino que me lanzo hacia el último; en lugar de adelantarme, como el fariseo, repito, llena de confianza, la humilde plegaria del publicano. Pero sobre todo imito la conducta de María Magdalena; su maravillosa, o mejor, su amorosa audacia, que hace las delicias del Corazón de Jesús, seduce al mío.

     Sí, siento en  mí que, aunque pesaran sobre mi conciencia todos los pecados que se pueden cometer, con el corazón roto por el arrepentimiento iría a refugiarme en los brazos de Jesús, porque se muy bien cuánto ama al hijo pródigo que regresa a él. No es porque el buen Dios, en su solícita misericordia, ha preservado a mi alma del pecado mortal que me levanto hacia él por la confianza y el amor.

viernes, 16 de marzo de 2007

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68

EVANGELIO DEL DIA

¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


viernes 16 Marzo 2007


Viernes de la semana III de Cuaresma
Hoy la Iglesia celebra : San Abrahán

Ver el comentario abajo, o clic en el titulo
San Basilio : Los dos mandamientos del amor


Libro de Oseas 14,2-10.

Vuelve, Israel, al Señor tu Dios, porque tu falta te ha hecho caer. Preparen lo que van decir y vuelvan al Señor. Díganle: "Borra todas las faltas, acepta lo que hay de bueno, y te ofreceremos el fruto de nuestros labios. Asiria no nos salvará, ya no montaremos a caballo, ni diremos más "¡Dios nuestro!" a la obra de nuestras manos, porque sólo en ti el huérfano encuentra compasión". Yo los curaré de su apostasía, los amaré generosamente, porque mi ira se ha apartado de ellos. Seré como rocío para Israel: él florecerá como el lirio, hundirá sus raíces como el bosque del Líbano; sus retoños se extenderán, su esplendor será como el del olivo y su fragancia como la del Líbano. Volverán a sentarse a mi sombra, harán revivir el trigo, florecerán como la viña, y su renombre será como el del vino del Líbano. Efraím, ¿qué tengo aún que ver con los ídolos? Yo le respondo y velo por él. Soy como un ciprés siempre verde, y de mí procede tu fruto. ¡Que el sabio comprenda estas cosas! ¡Que el hombre inteligente las entienda! Los caminos del Señor son rectos: por ellos caminarán los justos, pero los rebeldes tropezarán en ellos.


Salmo 81(80),6-17.

él se la impuso como norma a José, cuando salió de la tierra de Egipto. Oigo una voz desconocida que dice : \"Abre tu boca y la llenaré con mi palabra.
Yo quité el peso de tus espaldas y tus manos quedaron libres de la carga.
Clamaste en la aflicción, y te salvé; te respondí oculto entre los truenos, aunque me provocaste junto a las aguas de Meribá.
Oye, pueblo mío, yo atestiguo contra ti, ¡ojalá me escucharas, Israel!
No tendrás ningún Dios extraño, no adorarás a ningún dios extranjero:
yo, el Señor, soy tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer;
por eso los entregué a su obstinación, para que se dejaran llevar por sus caprichos.
¡Ojalá mi pueblo me escuchara, e Israel siguiera mis caminos!
Yo sometería a sus adversarios en un instante, y volvería mi mano contra sus opresores.
Los enemigos del Señor tendrían que adularlo, y ese sería su destino para siempre;
yo alimentaría a mi pueblo con lo mejor del trigo y lo saciaría con miel silvestre".


Evangelio según San Marcos 12,28-34.

Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?". Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos". El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios". Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

San Basilio (hacia 330-379), monje y obispo en Cesarea, en Capadocia, doctor de la Iglesia
Grandes Reglas monásticas, Q 1-2

Los dos mandamientos del amor


     Pregunta: Os pedimos, primeramente, que nos digáis si los mandamientos de Dios tienen un cierto orden. ¿Hay un primero, un segundo, un tercero, y así sucesivamente?...

     Respuesta: El Señor en persona determinó el orden que debían seguir sus mandamientos. El primero y más grande es el de guardar al amor a Dios, y el segundo,  que le es semejante, o mejor dicho, es su cumplimiento y consecuencia, se refiere al amor al prójimo…
  
     Pregunta: Háblenos, primero, del amor de Dios. Se sabe que hay que amar a Dios, pero ¿cómo hay que amarle?...

     Respuesta: El amor a Dios no se enseña. Nadie nos ha enseñado a gozar de la luz ni a estimar la vida por encima de todo; tampoco nadie nos ha enseñado a amar a los que nos han dado la vida y nos han educado. Igualmente, o con más razón aún, no es a través de una enseñanza exterior por la que a prendemos a amar a Dios. En la misma naturaleza del ser viviente –quiero decir del hombre- existe una especie da germen que contiene en sí mismo el principio de esta capacidad de amar. Es en la escuela de los mandamientos de Dios que se debe recoger este germen, cultivarlo diligentemente, alimentarlo cuidadosamente, y llevarlo a su desarrollo mediante la gracia divina. Apruebo vuestro celo, es indispensable para alcanzar la meta…

     Hay que saber que esta virtud de la caridad es una, pero es más poderosa que todos los mandamientos, porque: "El que me ama, guardará mi palabra" (Jn 14,23), y también: "Estos dos mandamientos contienen toda la ley y los profetas" (Mt 22,40).

jueves, 15 de marzo de 2007

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL Sacramentum caritatis DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

Sacramentum caritatis


La Cuaresma es un tiempo en el que la Iglesia promueve el sacrificio, el ayuno, la oración y la limosna.
Es el tiempo ideal para que hagas algo por la Iglesia y te comprometas con ella.

A través de Catholic.net puedes, con tu limosna, hacer mucho por la salvación de las almas. Nuestro objetivo es que el hombre se reencuentre con Dios y de este encuentro se derive un verdadero cambio en la cultura, una civilización en la que reinen la paz, el amor, el perdón, la justicia y la alegría de darse a los demás.

Para formar parte de esta red de ayuda a la Iglesia, no tienes que moverte de tu lugar. Dar limosna por Internet es sencillo y seguro y recibirás la satisfacción de estar haciendo algo para agradecer a tu Padre y Creador; por la Iglesia de la que formas parte y por las almas que Dios ha puesto a tu cargo.

No lo dudes ni lo pienses demasiado. Haz click en: https://es.catholic.net/tenecesitamos/ para que veas qué fácil es ayudar.



Sacramentum caritatis

Fuente: www.vatican.va
Autor: S.S. Benedicto XVI

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
SACRAMENTUM CARITATIS
DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI

AL EPISCOPADO, AL CLERO,
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS
Y A LOS FIELES LAICOS
SOBRE LA EUCARISTÍA
FUENTE Y CULMEN DE LA VIDA Y DE LA MISIÓN DE LA IGLESIA




ÍNDICE

Introducción

Alimento de la verdad
Desarrollo del rito eucarístico
Sínodo de los Obispos y Año de la Eucaristía
Objeto de la presente Exhortación



PRIMERA PARTE
EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE CREER


La fe eucarística de la Iglesia


Trinidad y Eucaristía

El pan que baja del cielo
Don gratuito de la Santísima Trinidad


Eucaristía: Jesús, el verdadero Cordero inmolado

La nueva y eterna alianza en la sangre del Cordero
Institución de la Eucaristía
Figura transit in veritatem


El Espíritu Santo y la Eucaristía

Jesús y el Espíritu Santo
Espíritu Santo y Celebración eucarística


Eucaristía e Iglesia

Eucaristía, principio causal de la Iglesia
Eucaristía y comunión eclesial


Eucaristía y Sacramentos


Sacramentalidad de la Iglesia

I. Eucaristía e iniciación cristiana

Eucaristía, plenitud de la iniciación cristiana
Orden de los sacramentos de la iniciación
Iniciación, comunidad eclesial y familia


II. Eucaristía y sacramento de la Reconciliación

Su relación intrínseca
Algunas observaciones pastorales


III. Eucaristía y Unción de los enfermos


IV. Eucaristía y sacramento del Orden

In persona Christi capitis
Eucaristía y celibato sacerdotal
Escasez de clero y pastoral vocacional
Gratitud y esperanza


V. Eucaristía y Matrimonio

Eucaristía, sacramento esponsal
Eucaristía y unidad del matrimonio
Eucaristía e indisolubilidad del matrimonio


Eucaristía y escatología

Eucaristía: don al hombre en camino
El banquete escatológico
Oración por los difuntos


Eucaristía y la Virgen María



SEGUNDA PARTE
EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE CELEBRAR


Lex orandi y lex credendi

Belleza y liturgia


La Celebración eucarística, obra del «Christus totus»

Christus totus in capite et in corpore
Eucaristía y Cristo resucitado


Ars celebrandi

El Obispo, liturgo por excelencia
Respeto de los libros litúrgicos y de la riqueza de los signos
El arte al servicio de la celebración
El canto litúrgico


Estructura de la celebración eucarística

Unidad intrínseca de la acción litúrgica
Liturgia de la Palabra
Homilía
Presentación de las ofrendas
Plegaria eucarística
Rito de la paz
Distribución y recepción de la eucaristía
Despedida: « Ite, missa est »


Actuosa participatio

Auténtica participación
Participación y ministerio sacerdotal
Celebración eucarística e inculturación
Condiciones personales para una « actuosa participatio »
Participación de los cristianos no católicos
Participación a través de los medios de comunicación social
«Actuosa participatio» de los enfermos
Atención a los presos
Los emigrantes y su participación en la Eucaristía
Las grandes concelebraciones
Lengua latina
Celebraciones eucarísticas en pequeños grupos


La celebración participada interiormente

Catequesis mistagógica
Veneración de la Eucaristía


Adoración y piedad eucarística

Relación intrínseca entre celebración y adoración
Práctica de la adoración eucarística
Formas de devoción eucarística
Lugar del sagrario en la iglesia



TERCERA PARTE
EUCARISTÍA, MISTERIO QUE SE HA DE VIVIR


Forma eucarística de la vida cristiana

El culto espiritual – logiké latreía (Rm 12,1)
Eficacia integradora del culto eucarístico
«Iuxta dominicam viventes» – Vivir según el domingo
Vivir el precepto dominical
Sentido del descanso y del trabajo
Asambleas dominicales en ausencia de sacerdote
Una forma eucarística de la existencia cristiana, la pertenencia eclesial
Espiritualidad y cultura eucarística
Eucaristía y evangelización de las culturas
Eucaristía y fieles laicos
Eucaristía y espiritualidad sacerdotal
Eucaristía y vida consagrada
Eucaristía y transformación moral
Coherencia eucarística


Eucaristía, misterio que se ha de anunciar

Eucaristía y misión
Eucaristía y testimonio
Jesucristo, único Salvador
Libertad de culto


Eucaristía, misterio que se ha de ofrecer al mundo

Eucaristía: pan partido para la vida del mundo
Implicaciones sociales del Misterio eucarístico
El alimento de la verdad y la indigencia del hombre
Doctrina social de la Iglesia
Santificación del mundo y salvaguardia de la creación
Utilidad de un Compendio eucarístico


Conclusión


Notas


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    © Copyright 2007 - Libreria Editrice Vaticana
  • Kiko Argüello: «la fe es encuentro»

    Kiko Argüello: «la fe es encuentro»


    La Cuaresma es un tiempo en el que la Iglesia promueve el sacrificio, el ayuno, la oración y la limosna.
    Es el tiempo ideal para que hagas algo por la Iglesia y te comprometas con ella.

    A través de Catholic.net puedes, con tu limosna, hacer mucho por la salvación de las almas. Nuestro objetivo es que el hombre se reencuentre con Dios y de este encuentro se derive un verdadero cambio en la cultura, una civilización en la que reinen la paz, el amor, el perdón, la justicia y la alegría de darse a los demás.

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    Kiko Argüello: «la fe es encuentro»

    Fuente: Zenit.org
    Autor: .

    «La belleza salvará al mundo», aseguró Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, al dictar una conferencia en la Universidad Abad Oliba CEU de Barcelona.

    Kiko Argüello inició su conferencia, ofrecida con motivo de la celebración de la Festividad de Santo Tomás de Aquino que tuvo lugar el 28 de enero, explicando el nacimiento del Camino Neocatecumanal

    Reveló que siendo joven buscó la respuesta al problema de la injusticia como ateo en la filosofía, el arte y las personas y llegó a la conclusión leyendo a Sartre de que «todo es absurdo» e intentó «vivir con coherencia esa realidad» sumiéndose en un sinsentido que llevó a su pintura.

    Argüello recordó que en aquella época ganó el premio nacional de pintura y se planteó si quería «vivir para pintar y pintar para ser famoso» y entendió que aquello «no me ofrecía nada».

    Afirmó que no entendía cómo la gente podía vivir sin contestar a esas respuestas existenciales» y ha añadido que el filósofo Henri Bergson, le aportó una luz cuando dice que «la intuición es un medio de conocimiento».

    Finalmente, el pintor reveló que «un día comencé a llorar porque me di cuenta de que era un hombre condenado a muerte y pedí ayuda. Al hacerlo tuve un encuentro con Dios y con la fe. En ese momento constaté que la fe es un encuentro».

    Argüello ha explicado que «la creencia en Dios no es una cuestión racional sino un encuentro con el espíritu en el fondo de uno mismo». El ex pintor ha afirmado que «cuando tuve ese encuentro pensé que no se podía predicar en la actualidad como lo hacían los apóstoles aunque una experiencia me hizo entender que los apóstoles no predicaban cosas abstractas, sino sencillas y palpables» y finalmente ha afirmado: «de esa y otras experiencias nació el Camino Neocatecumenal.

    El predicador, ha explicado sobre el título de su conferencia que «en Dostoievski, la belleza que salva al mundo es Cristo y para el pueblo de Israel la belleza que salva al mundo es que los ciegos vean y los cojos anden».

    El iniciador del Camino ha dicho que «Europa camina hacía la soledad de la gente, la desestructuración familiar y la secularización» y ha añadido que la sociedad actual «sólo tienen la eutanasia como respuesta ante el dolor y el sufrimiento». El predicador ha comentado la paradoja de que el hombre «está condenado a vivir todo para sí mismo y estamos obligados a ofrecernos todo a nosotros mismos».

    Además, Argüello ha explicado que «el hombre está hecho para amar y el que no lo hace llega un momento que no soporta más no hacerlo y se ve abocado al suicidio: El hombre está hecho para amar». Además ha añadido que «Cristo nos ha quitado la muerte de dentro porque él murió y resucitó». Finalmente ha hecho un llamamiento al auditorio preguntándose si «¿es verdad que se puede amar al enemigo o somos burgueses de domingo?» y ha concluido afirmando que «Dios nos ha dado la vida eterna gratis».

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    ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68

    EVANGELIO DEL DIA

    ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


    jueves 15 Marzo 2007


    Jueves de la semana III de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra : San Raimundo,   Santa Luisa,   San Clemente

    Ver el comentario abajo, o clic en el titulo
    Orígenes : "Quien conmigo no reúne, dispersa"


    Libro de Jeremías 7,23-28.

    Esta fue la orden que les di: Escuchen mi voz, así yo seré su Dios y ustedes serán mi Pueblo; sigan por el camino que yo les ordeno, a fin de que les vaya bien. Pero ellos no escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que obraron según sus designios, según los impulsos de su corazón obstinado y perverso; se volvieron hacia atrás, no hacia adelante. Desde el día en que sus padres salieron de Egipto hasta el día de hoy, yo les envié a todos mis servidores los profetas, los envié incansablemente, día tras día. Pero ellos no me escucharon ni inclinaron sus oídos, sino que se obstinaron y obraron peor que sus padres. Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán: los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: "Esta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, ni ha recibido la lección. La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca".


    Evangelio según San Lucas 11,14-23.

    Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada, pero algunos de ellos decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios". Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    Orígenes (hacia 185-253), presbítero y teólogo
    Homilías sobre Josué, nº 15

    "Quien conmigo no reúne, dispersa"


         En la guerra contra los moabitas y amonitas, Josué [que lleva el mismo nombre que Jesús] "mató a todos los reyes con la espada" (Jos 11,12). Estábamos todos "bajo el domino del pecado" (Rm 6,12); todos, todos estábamos bajo el dominio de las malas pasiones… Cada uno mantenía en sí un rey particular que reinaba en él y le dominaba. Por ejemplo, a uno le dominaba la avaricia, a otro el orgullo, a otro la mentira; a uno le dominaban las pasiones carnales, otro sufría el reino de la cólera… Había, pues, en cada uno de nosotros y antes de tener fe, un reino de pecado.

         Pero cuando vino Jesús, mató a todos los reyes que detentaban en nosotros los reinos del pecado, y nos enseñó a matarlos a todos sin dejar escapar a ninguno. Si se conserva en vida, aunque sea uno tan sólo, no se podrá pertenecer al ejercito de Jesús… Porque el Señor Jesús nos ha purificado de toda clase de pecado; los ha destruido a todos. En efecto, todos "nosotros  con nuestra insensatez y obstinación, íbamos fuera de camino; éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida fastidiando y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros" (Tt 3,3), con todas las clases de pecados que se encontraban en los hombres antes de creer. Es muy verdadero decir que Jesús mató a todos los que salían para armar guerra; porque no hay pecado tan grande que Jesús no pueda poner sus pies encima, él que es el Verbo y la "Sabiduría de Dios" (1Co, 1,24). Él triunfa de todo, es vencedor de todo.

         ¿No creemos que todos los pecados, cualesquiera que sean,  son echados fuera de nosotros cuando venimos al bautismo? Es lo que dice el apóstol Pablo quien después de haber enumerado todas las clases de pecados, añade finalmente: "Así erais algunos. Pero os lavaron, os consagraron, os perdonaron invocando al Señor Jesucristo y al Espíritu de nuestro Dios" (1Co 6,11).



    miércoles, 14 de marzo de 2007

    ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68 14 marz07

    ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


    miércoles 14 Marzo 2007


    Miércoles de la semana III de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra : Santa Matilde

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    San Ireneo de Lión : La Ley enraizada en nuestros corazones


    Evangelio según San Mateo 5,17-19.

    No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    San Ireneo de Lión (hacia 130-hacia 208), obispo, teólogo y mártir.
    Contra las herejías IV, 13,3

    La Ley enraizada en nuestros corazones


         En la Ley hay preceptos naturales que nos dan ya la santidad; incluso antes de dar Dios la Ley a Moisés, había hombres que observaban estos preceptos y quedaron justificados por su fe y fueron agradables a Dios. El Señor no abolió estos preceptos sino que los extendió y les dio plenitud. Eso es de lo que nos dan prueba sus palabras: "Se dijo a los antiguos: no cometerás adulterio. Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior." Y también: "se dijo: no matarás. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano sin motivo tendrá que comparecer ante el tribunal" (Mt 5,21s)… Y así todo lo que sigue. Todos estos preceptos no implican ni la contradicción ni la abolición de los precedentes, sino su cumplimiento y extensión. Tal como el mismo Señor dice: "Si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos (Mt, 5,20).

         ¿En qué consiste este ir más allá? Primeramente en creer no sólo en el Padre, sino también en el Hijo manifestado en lo sucesivo, porque él es quien conduce al hombre a la comunión y unión con Dios. Después, en no tan sólo decir, sino en hacer –porque "dicen pero no hacen" (Mt 23,3)- y guardarse, no sólo de cometer actos malos, sino también de desearlos. Con estas enseñanzas, él no contradecía a la Ley, sino que la llevaba a su cumplimiento, a su plenitud y ponía en nosotros la raíz de las prescripciones de la Ley… Prescribir, no sólo de abstenerse de los actos prohibidos por la Ley, sino incluso de su deseo, no es de alguien que contradice y adolece la Ley, sino el hecho de quien la cumple y extiende.





    martes 13 Marzo 2007

    martes 13 Marzo 2007


    Martes de la semana III de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra : San Nicéforo,   Santa Eufrasia

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    San Cesáreo de Arles : Perdonar al hermano de todo corazón


    Evangelio según San Mateo 18,21-35.

    Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?". Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo". El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: 'Págame lo que me debes'. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: 'Dame un plazo y te pagaré la deuda'. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: '¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?'. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos".


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    San Cesáreo de Arles (470-543), monje y obispo
    Sermón Morin 35; PLS IV, 303s

    Perdonar al hermano de todo corazón


         Sabéis bien lo que vamos a decir en la oración que haremos antes de llegar a la comunión: "Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Preparaos, interiormente, a perdonar, porque son estas las palabras que vais a encontrar en la oración. ¿Cómo las diréis? ¿O acaso no las vais a decir? Finalmente, esta es la cuestión: ¿diréis estas palabras, sí o no? Aborreces a tu hermano y ¿pronuncias: perdónanos como nosotros perdonamos? Me dirás: es que yo me callo cuando llegan estas palabras. Si es así ¿tú rezas? Prestad atención, hermanos. Dentro de poco vais a orar, ¡perdonad de todo corazón!

         Mira a Cristo colgado de la cruz; escucha su oración: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lc 23,24). Sin duda me dirás: él podía hacerlo, pero yo no. Yo soy un hombre, y él es Dios. ¿Tú, no puedes imitar a Cristo? ¿ Entonces, cómo es que el apóstol Pedro escribe: "Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas" (1P 2,21)? ¿Por qué el apóstol Pablo nos escribe: "Sed imitadores de Dios, como hijos queridos" (Ef 5,1)? ¿Por qué el mismo Señor ha dicho: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón" (Mt 11,29)? Nosotros damos rodeos, buscamos excusas cuando pretendemos creer que es imposible, siendo así que no hay otra razón sino que no lo queremos hacer… Hermanos, no acusemos a Cristo de habernos dado unos mandamientos demasiado difíciles, imposibles de llevar a la práctica. Es mejor que con toda humildad digamos con el salmista: "Señor, tú eres justo, y tus mandamientos son rectos" (Sl 118,137).




    lunes, 12 de marzo de 2007

    Lunes de la III semana de Cuaresma

    Lunes de la III semana de Cuaresma
    Aún no es la hora




    Lunes de la III semana de Cuaresma
    Aún no es la hora



    Evangelio: Lc 4, 29-30
    Y levantándose, lo sacaron de la ciudad y lo llevaron hasta una barranca del monte, sobre el que estaba construida la ciudad, para despeñarlo. Pero él, pasando en medio de ellos, se alejó de allí.

    De nuestra espiritualidad:

    Cristo es todo para nosotros. Y es deber de nuestra fe religiosa, necesidad de nuestra humana conciencia, reconocer, confesar y celebrar esto. A Él está ligado nuestro destino, nuestra salvación (P. Álvaro Corcuera, L.C.: 25 de enero de 2007).

    Propósito: Haré todo lo posible para ir hoy a misa y ofreceré la comunión por la fidelidad de las religiosas y personas consagradas.

    Lunes de la semana III de Cuaresma La fe de la viuda de Sarepta, que acoge al que Dios le envía

    Lunes de la semana III de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra :
    Inocencio I,   San Gregorio Magno

    Ver el comentario abajo, o clic en el titulo
    San Ambrosio :
    La fe de la viuda de Sarepta, que acoge al que Dios le envía


    Evangelio según San Lucas 4,24-30.

    Después agregó: "Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio". Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    San Ambrosio (hacia 340-397), obispo de Milán y doctor de la Iglesia
    Dos viudas; PL 16,247-276

    La fe de la viuda de Sarepta, que acoge al que Dios le envía


         En el tiempo en que el hambre azotaba a la tierra entera ¿por qué Elías fue enviado a casa de una viuda? Una gracia singular se concede a dos mujeres: un ángel a una virgen; un profeta a una viuda. A aquélla Gabriel; a ésta Elías. ¡Han sido escogidos los más eminentes de entre los ángeles y de entre los profetas! Pero la viudedad no merece ninguna alabanza por sí misma a no ser que se le junte la virtud. En la historia no faltan viudas; y, sin embargo hay una que se distingue de entre todas y que las alienta con su ejemplo... Dios es particularmente sensible a la hospitalidad: en el Evangelio, por un vaso de agua fresca promete recompensas eternas (Mt 10,42); aquí, por un poco de harina o de aceite, una profusión infinita de riquezas...

         ¿Por qué nos creemos dueños de los frutos de la tierra siendo así que la tierra es una perpetua ofrenda?... Hacemos recaer en provecho nuestro el sentido de una mandamiento universal: "todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra" (Gn 1,29-30); recogiendo para nosotros no encontramos más que vació y necesidad. ¿Cómo podríamos esperar en la promesa si no aceptamos la voluntad de Dios? Actuando sanamente, obedeciendo el precepto de la hospitalidad y haciendo honor a nuestros huéspedes: ¿acaso nosotros no somos huéspedes aquí abajo?

         ¡Cuán perfecta es esta viuda! Abatida por una gran hambre continuaba,  sin embargo, venerando a Dios. Sus provisiones no las guardaba para ella sola; las compartía con su hijo. ¡Un bello ejemplo de ternura, y un ejemplo aún más bello de fe! Seguro que prefería a su hijo antes que a cualquier otra persona: y pone al profeta de Dios por encima de su propia vida. Creed que, ciertamente, no sólo le ha dado un poco de su alimento, sino toda su sustancia; no ha guardado nada para ella; así como su hospitalidad la ha llevado a una donación total, su fe la ha conducido a una confianza total.


    http://evangeliodeldia.org/www/popup-comments.php?language=SP&id=1337

    domingo, 11 de marzo de 2007

    Domingo de la semana III de CuaresmPaciencia

    Domingo de la semana III de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra :
    Santos Trofino y Talo,   San Eulogio de Còrdoba

    Ver el comentario abajo, o clic en el titulo
    San Cipriano :
    Imitar la paciencia de Dios


    Libro del Exodo 3,1-8.13-15.

    Moisés, que apacentaba las ovejas de su suegro Jetró, el sacerdote de Madián, llevó una vez el rebaño más allá del desierto y llegó a la montaña de Dios, al Horeb. Allí se le apareció el Angel del Señor en una llama de fuego, que salía de en medio de la zarza. Al ver que la zarza ardía sin consumirse, Moisés pensó: "Voy a observar este grandioso espectáculo. ¿Por qué será que la zarza no se consume?". Cuando el Señor vio que él se apartaba del camino para mirar, lo llamó desde la zarza, diciendo: "¡Moisés, Moisés!". "Aquí estoy", respondió el. Entonces Dios le dijo: "No te acerques hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa". Luego siguió diciendo: "Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob". Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de ver a Dios. El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos. Moisés dijo a Dios: "Si me presento ante los israelitas y les digo que el Dios de sus padres me envió a ellos, me preguntarán cuál es su nombre. Y entonces, ¿qué les responderé?". Dios dijo a Moisés: "Yo soy el que soy". Luego añadió: "Tú hablarás así a los israelitas: "Yo soy" me envió a ustedes". Y continuó diciendo a Moisés: "Tu hablarás así a los israelitas: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, es el que me envía. Este es mi nombre para siempre y así será invocado en todos los tiempos futuros.


    Salmo 103(102),1-11.

    De David. Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
    bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios.
    El perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias;
    rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura;
    él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila.
    El Señor hace obras de justicia y otorga el derecho a los oprimidos;
    él mostró sus caminos a Moisés y sus proezas al pueblo de Israel.
    El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia;
    no acusa de manera inapelable ni guarda rencor eternamente;
    no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así de inmenso es su amor por los que lo temen;


    Carta I de San Pablo a los Corintios 10,1-6.10-12.

    Porque no deben ignorar, hermanos, que todos nuestros padres fueron guiados por la nube y todos atravesaron el mar; y para todos, la marcha bajo la nube y el paso del mar, fue un bautismo que los unió a Moisés. También todos comieron la misma comida y bebieron la misma bebida espiritual. En efecto, bebían el agua de una roca espiritual que los acompañaba, y esa roca era Cristo. A pesar de esto, muy pocos de ellos fueron agradables a Dios, porque sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. Todo esto aconteció simbólicamente para ejemplo nuestro, a fin de que no nos dejemos arrastrar por los malos deseos, como lo hicieron nuestros padres. No nos rebelemos contra Dios, como algunos de ellos, por lo cual murieron víctimas del Angel exterminador. Todo esto les sucedió simbólicamente, y está escrito para que nos sirva de lección a los que vivimos en el tiempo final. Por eso, el que se cree muy seguro, ¡cuídese de no caer!


    Evangelio según San Lucas 13,1-9.

    En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios. El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera. ¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera". Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró. Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'. Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    San Cipriano (hacia 200-258), obispo de Cartago y mártir
    Del bien de la paciencia, 3-5: PL 4,624-625

    Imitar la paciencia de Dios


         ¡Cuán grande es la paciencia de Dios!... Hace nacer el día y hace levantar la luz del sol tanto para los buenos como para los malos (Mt 5,45): con sus lluvias riega la tierra y a nadie excluye de sus beneficios, de manera que concede el agua indistintamente a los justos como a los injustos. Le vemos actuar con una paciencia sin igual tanto con los culpables como con los inocentes, con los fieles como con los impíos, con los que son agradecidos como con los que son ingratos. Para todos ellos los tiempos obedecen las órdenes de Dios, los elementos se ponen a su servicio, los vientos soplan, las fuentes manan, las cosechas crecen en abundancia, el racimo madura, los árboles rebosan de frutos, los bosques verdean y los prados se cubren de flores... Aunque tiene el poder de vengarse, prefiere esperar pacientemente largo tiempo y diferir, con bondad, para que, si es posible, con el tiempo se atenúe la malicia y el hombre... retorne de nuevo a Dios, según lo que él mismo nos dice en estos términos: "No quiero la muerte del pecador sino que se convierta de su conducta y viva" (Ez 33,11). Y también: "Convertíos al Señor Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad" (Jl 2,13)...

         Ahora bien, Jesús nos dice: "Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto" (Mt 5,48). Con estas palabras nos enseña que, hijos de Dios y regenerados por el nuevo nacimiento celestial, alcanzaremos la cumbre de la perfección cuando la paciencia de Dios Padre resida en nosotros, y la semejanza divina, perdida por el pecado de Adán, se manifieste y brille en nuestros actos. ¡Qué gloria ser semejantes a Dios, qué dicha tener esta virtud digna de las alabanzas divinas!



    sábado, 10 de marzo de 2007

    Ayuno y abstinencia

    Ayuno y abstinencia

    Aciprensa

     

    El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día. La abstinencia consiste en no comer carne. Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

    La abstinencia obliga a partir de los catorce años y el ayuno de los dieciocho hasta los cincuenta y nueve años de edad.

    Con estos sacrificios, se trata de que todo nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo) participe en un acto donde reconozca la necesidad de hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y para el bien de la Iglesia.

    El ayuno y la abstinencia se pueden cambiar por otro sacrificio, dependiendo de lo que dicten las Conferencias Episcopales de cada país, pues ellas son las que tienen autoridad para determinar las diversas formas de penitencia cristiana.


    ¿Por qué el Ayuno?

    Es necesario dar una respuesta profunda a esta pregunta, para que quede clara la relación entre el ayuno y la conversión, esto es, la transformación espiritual que acerca del hombre a Dios.

    El abstenerse de la comida y la bebida tienen como fin introducir en la existencia del hombre no sólo el equilibrio necesario, sino también el desprendimiento de lo que se podría definir como "actitud consumística".

    Tal actitud ha venido a ser en nuestro tiempo una de las características de Ia civilización occidental. El hombre, orientado hacia los bienes materiales, muy frecuentemente abusa de ellos. La civilización se mide entonces según Ia cantidad y Ia calidad de las cosas que están en condiciones de proveer al hombre y no se mide con el metro adecuado al hombre.

    Esta civilización de consumo suministra los bienes materiales no sólo para que sirvan al hombre en orden a desarrollar las actividades creativas y útiles, sino cada vez más para satisfacer los sentidos, Ia excitación que se deriva de ellos, el placer, una multiplicación de sensaciones cada vez mayor.

    El hombre de hoy debe abstenerse de muchos medios de consumo, de estímulos, de satisfacción de los sentidos: ayunar significa abstenerse de algo. El hombre es él mismo sólo cuando logra decirse a sí mismo: No.

    No es Ia renuncia por Ia renuncia: sino para el mejor y más equilibrado desarrollo de sí mismo, para vivir mejor los valores superiores, para el dominio de sí mismo.

    10 Marzo santos 40 soldados mártires

    10 Marzo


    Mártires de Sebaste


    Los 40 mártires de Sebaste (a. 320)
    La Legión XII Fulminata se hizo célebre entre los cristianos del siglo IV por el martirio de 40 de sus soldados. Junto a la Legión XV Apollinaris tenía a su cargo la defensa de Asia Menor.


    En el año 312 Constantino y Licinio publicaron un edicto favorable a los cristianos. Majencio había sido derrotado el 28 de Abril de ese año junto al puente Milvio y quedaba Constantino como único emperador de Occidente. En Oriente, vencido Maximiano Daia, es Licinio el único dueño.


    Constantino y Licinio son emperadores asociados. Por ese momento hay abundantes cristianos enrolados en las filas del ejército por la tranquilidad que por años los fieles cristianos van disfrutando al amparo del edicto imperial. En lenguaje de Eusebio, el ambicioso Licinio se quita la máscara e inicia en Oriente una cruenta persecución contra los cristianos.


    La verdad histórica del martirio, con sus detalles más nimios, no llega uniformemente a nuestros tiempos. La predicación viva de su entrega hasta la muerte -propuesta una y otra vez como paradigma a los fieles- está necesariamente adaptada a la necesidad interior de los diferentes auditorios; esto hace que se resalten más unos aspectos que otros, según lo requiera el mayor provecho espiritual, a los distintos oyentes y probablemente ahí radique la diferencia de las memorias.


    San Gregorio de Nisa, apologista acérrimo de los soldados mártires, sitúa el lugar del martirio en Armenia, cerca de la actual Sivas, en la ciudad de Sebaste. Fue en el año 320 y en un estanque helado. (San Efrén, al comentarlo, debió imaginarlo tan grande que lo llamó "lago")


    Dice que de la XII Fulminata, cuarenta hombres aguerridos prefirieron la muerte gélida a renunciar a su fe cristiana. Sobre el hielo y hundiéndose en el rigor del agua fría, los soldados, con sus miembros yertos, se animan mutuamente orando: "Cuarenta, Señor, bajamos al estadio; haz que los cuarenta seamos coronados".


    Quieren ser fieles hasta la muerte... pero uno de ellos flaquea y se escapa; el encargado de su custodia , asombrado por la entereza de los que mueren y aborreciendo la cobardía del que huye, entra en el frío congelador y completa el número de los que, enteros, mantienen su ideal con perseverancia. Los sepultaron, también juntos, en el Ponto, dato difícil de interpretar por ser armenios los mártires.


    Pronto comenzó el culto a los soldados y se propagó por Constantinopla, Palestina -donde santa Melania la Joven construyó un monasterio poniéndolo bajo su protección-, Roma y de allí a toda la cristiandad. La antigüedad cristiana vibraba con la celebración del heroísmo de sus soldados, admiró la valentía, la constancia, el desprendimiento, la renuncia a una vida larga y privilegiada.


    Deseaban las iglesias particulares conseguir alguna de sus reliquias tanto que san Gaudencio afirma se valoraban más que el oro y san Gregorio Niseno las apreciaba hasta el punto de colocarlas junto a los cuerpos de sus padres para que en la resurrección última lo hicieran junto a sus valientes intercesores.





    Oremos


    Dios todopoderoso y eterno, que diste a los santos mártires de Sebaste la valentía de aceptar la muerte por el nombre de Cristo: concede también tu fuerza a nuestra debilidad para que, a ejemplo de aquellos que no dudaron en morir por ti, nosotros sepamos también ser fuertes, confesando tu nombre con nuestras vidas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

    EVANGELIO DEL DIA

    EVANGELIO DEL DIA

    ¿Señor a quién iriamos ? Tienes las palabras de la vida eterna. Jn 6, 68


    sábado 10 Marzo 2007


    Sabado de la semana II de Cuaresma
    Hoy la Iglesia celebra : Los 40 mártires de Sebaste,   San Melitòn

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    San Macario : El retorno del hijo pródigo


    Libro de Miqueas 7,14-15.18-20.

    Apacienta con tu cayado a tu pueblo, al rebaño de tu herencia, al que vive solitario en un bosque, en medio de un vergel. ¡Que sean apacentados en Basán y en Galaad, como en los tiempos antiguos! Como en los días en que salías de Egipto, muéstranos tus maravillas. ¿Qué dios es como tú, que perdonas la falta y pasas por alto la rebeldía del resto de tu herencia? El no mantiene su ira para siempre, porque ama la fidelidad. El volverá a compadecerse de nosotros y pisoteará nuestras faltas. Tú arrojarás en lo más profundo del mar todos nuestros pecados. Manifestarás tu lealtad a Jacob y tu fidelidad a Abraham, como juraste a nuestros padres desde los tiempos remotos.


    Salmo 103(102),1-12.

    De David. Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
    bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios.
    El perdona todas tus culpas y cura todas tus dolencias;
    rescata tu vida del sepulcro, te corona de amor y de ternura;
    él colma tu vida de bienes, y tu juventud se renueva como el águila.
    El Señor hace obras de justicia y otorga el derecho a los oprimidos;
    él mostró sus caminos a Moisés y sus proezas al pueblo de Israel.
    El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia;
    no acusa de manera inapelable ni guarda rencor eternamente;
    no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas.
    Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así de inmenso es su amor por los que lo temen;
    cuanto dista el oriente del occidente, así aparta de nosotros nuestros pecados.


    Evangelio según San Lucas 15,1-3.11-32.

    Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: Jesús dijo también: "Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de herencia que me corresponde'. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros'. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: 'Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo'. Pero el padre dijo a sus servidores: 'Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado'. Y comenzó la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso. El le respondió: 'Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo'. El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!'. Pero el padre le dijo: 'Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado'".


    Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



    Leer el comentario del Evangelio por :

    San Macario (?- 405); monje en Egipto
    Sermón 16 de la 3ª colección

    El retorno del hijo pródigo


        Acerquémonos a la puerta espiritual, que es el Señor, y llamemos para que nos abra. Pidamos recibirlo a él mismo, el pan de vida (Jn 6,34). Digámosle: "Dame, Señor, el pan de vida para que yo viva, porque voy a la perdición atenazado por el hambre del pecado. Dame la vestidura luminosa de la salvación para que pueda esconder la vergüenza de mi alma, porque estoy desnudo, privado de la fuerza de tu Espíritu y avergonzado de la indecencia de mis pasiones" (Gn 3,10).

         Y si te dice: "Tenías tu vestido, ¿qué has hecho?" Respóndele: "Me crucé con unos bandoleros, me despojaron y dejaron medio muerto, me quitaron mi vestido y se lo llevaron (Lc 10,30s). Dame unas sandalias espirituales, porque las espinas y los cardos han traspasado los pies de mi espíritu (Gn 3,18); Voy errante por el desierto y no quiero avanzar ya más. Da la vista a mi corazón a fin que pueda ver de nuevo; abre los ojos de mi corazón porque me los han cerrado mis enemigos invisibles recubriéndome del velo de la tiniebla y así no puedo ya contemplar tu celestial rostro tan deseado. Dame el oído espiritual porque mi inteligencia se ha vuelto sorda y ya no puedo escuchar tus conversaciones tan dulces y agradables. Dame el aceite de júbilo (sl 44,8) y el vino del gozo espiritual para que lo aplique sobre mis heridas y pueda de nuevo tener vida. Cúrame y devuélveme la salud porque mis enemigos, temibles bandoleros, me han dejado tendido en tierra medio muerto".

         Dichosa el alma que, como indigente y herida, suplica con perseverancia y fe, porque recibirá lo que pide; obtendrá la curación y el remedio eterno y verá vengados a sus enemigos, las pasiones del pecado.






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